El proceso desinflacionista está en marcha, y los bancos centrales de los principales mercados desarrollados han comenzado a recortar los tipos de interés. Tras haber retrasado durante unos meses el inicio de la flexibilización de su política monetaria, la Reserva Federal anunció en septiembre un primer recorte de tipos de 50 puntos básicos. En palabras de Jerome Powell, presidente de la entidad, esta medida señala la nueva orientación de una política que comenzará a alejarse de los actuales niveles restrictivos y pone de manifiesto el compromiso del banco central de no quedarse atrás.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal prevé dos nuevos recortes de tipos de interés de 25 puntos básicos en 2024, que se repartirán entre las reuniones que celebre la entidad de aquí a final de año. Esta nueva cifra supone una notable revisión al alza de la previsión de junio, que apuntaba a un solo recorte de 25 puntos en 2024. A 30 de septiembre de 2024, la previsión de los mercados es relativamente más agresiva que la de la Reserva Federal, ya que se descuentan dos recortes de 25 puntos básicos con aproximadamente un 60% de probabilidad de que se anuncie otro recorte de tipos a final de año. La Reserva Federal mantiene su enfoque de dependencia de los datos y está comenzando a trasladar su atención hacia el ámbito del empleo, por lo que pensamos que las condiciones del mercado laboral podrían marcar la senda de sus futuras decisiones políticas. En una línea similar, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo también recortaron los tipos de interés en 25 puntos básicos en el tercer trimestre de 2024, haciendo especial hincapié en la dependencia de los datos y sin comprometerse de antemano a una trayectoria de tipos en particular.