Muchos de nosotros oímos por primera vez la palabra «arancel» en clase de historia: todos recordamos la Gran Depresión y el lado oscuro de la política comercial proteccionista. Avancemos hasta el día de hoy. Los aranceles han vuelto a cobrar protagonismo y se han convertido en la pieza esencial de la política comercial del presidente estadounidense, Donald Trump. Asistimos a un intenso debate sobre el impacto que podrían tener en la economía mundial, y también sobre el fuerte aumento de la volatilidad que han provocado en los mercados.
Sus detractores señalan que los aranceles marcan el inicio de una nueva guerra comercial que acabará afectando a todos los países. Por el contrario, sus defensores afirman que se trata de un intento por parte de Estados Unidos de reducir los déficits comerciales a largo plazo y de obligar a otros países a rebajar sus propias medidas proteccionistas. En cualquier caso, la reconfiguración del comercio mundial refleja un cambio en el orden geopolítico mundial que, en nuestra opinión, no ha hecho más que empezar.
Con el fin de entender mejor todo el contexto, hemos elaborado esta guía sobre los aranceles y sus posibles consecuencias para la economía, los mercados y los inversores.
1. ¿Qué son los aranceles y cómo se utilizan?
Básicamente, los aranceles son impuestos sobre los productos importados de otros países. Entre otras cosas, se utilizan para proteger a los productores nacionales de la competencia extranjera.
Utilizamos un marco de cuatro categorías para entender las motivaciones de los aranceles y las consecuencias que podrían tener en el ámbito de la inversión. Hay cuatro motivaciones principales (desvinculación, reequilibrio, negociación y financiación) que van a tener una gran influencia en el escenario final de aranceles. Por ejemplo, lo más probable es que los aranceles que se utilicen con fines de negociación no se prolonguen demasiado en el tiempo, mientras que aquellos que forman parte de un proceso más amplio de desvinculación podrían ser más definitivos.