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Perspectivas de inversión de Capital Group

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Acciones globales
Cuatro tendencias que podrían impulsar el renacimiento industrial
Gigi Pardasani
Analista de inversión
Dominic Phillips
Analista de inversión
Andrew Suzman
Gestor de renta variable

Con más de 600 toneladas de peso y con unos neumáticos que doblan la altura de un hombre adulto, los camiones 797 de Caterpillar son todo un espectáculo.


En una reciente visita de análisis, los miembros del equipo de inversión de Capital Group pudieron presenciar cómo un 797 transportaba toneladas de material desde un yacimiento de arena petrolífera en el norte de Alberta (Canadá) para su transformación en petróleo.


Este tipo de vehículos no suelen verse en carretera. Pero es posible que pronto empiecen a fabricarse más camiones de este tipo, ante el aumento de la demanda de nuevas fuentes de energía y minerales raros para la producción de vehículos eléctricos y operaciones de almacenamiento de energía.


La búsqueda de nuevas fuentes de energía es una de las cuatro grandes tendencias que están reconfigurando los mercados y las economías de todo el mundo: la transición energética en Estados Unidos, la seguridad energética en Europa, la relocalización de las cadenas de suministro y el aumento del gasto en defensa. Estas tendencias, que se prolongarán durante varios años, están sentando las bases para un superciclo de inversión de capital que podría favorecer a una amplia gama de compañías industriales, reducir los costes energéticos en Estados Unidos y contribuir a reactivar la producción estadounidense.


«Las compañías industriales que estén bien posicionadas, desde proveedores de bienes de equipo a empresas del sector aeroespacial y de defensa, se encargan de facilitar estas tendencias, y las compañías líderes en muchas de estas industrias podrían registrar un periodo de crecimiento sostenido», señala Gigi Pardasani, analista de inversión en renta variable del sector industrial estadounidense de gran capitalización.


En este artículo, Pardasani, el gestor de renta variable Andrew Suzman y el analista de renta variable Dominic Phillips comparten sus perspectivas sobre la posibilidad de que asistamos a un próximo «renacimiento industrial».


1.  Impulso de la transición energética en Estados Unidos


El crecimiento de las energías renovables ha sido un importante tema de inversión en los últimos diez años, gracias a la caída de su coste. El año pasado, las energías renovables superaron a la energía del carbón en Estados Unidos: las energías eólica, solar e hidráulica generaron el 22% de la electricidad del país.


Con la Ley para la Reducción de la Inflación de 2022 y la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo de 2021, el gobierno federal estadounidense ha destinado cientos de miles de millones de dólares a incentivos fiscales y tributarios a la infraestructura y la expansión de una industria de energías renovables en el país.


«Cuando pensamos en energías renovables, solemos pensar en los vehículos eléctricos. Pero el consumo de energía en fábricas y empresas es una pieza enorme de esta transición», afirma Phillips, analista de renta variable que cubre los sistemas tecnológicos, los suministros públicos y las energías renovables en Estados Unidos. «En la actualidad, la transición hacia las energías renovables tiene sentido desde el punto de vista económico para las compañías energéticas, los consumidores y la economía estadounidense en general. Y estos incentivos ofrecen perspectivas a largo plazo a los inversores en un entorno de curva de costes decreciente y crecimiento del gasto de capital».


Estados Unidos destinará miles de millones de dólares a la construcción de infraestructuras y las energías renovables

Fuente: Capital Group, Oficina de Presupuestos del Congreso. Las cifras reflejan los gastos federales totales calculados por la Oficina de Presupuestos del Congreso según la recopilación de Capital Group. Las cifras totales pueden no coincidir a causa del redondeo. Las estimaciones de la Oficina de Presupuestos del Congreso de ambas leyes corresponden a agosto de 2022.

Estas leyes proporcionan financiación para modernizar la red eléctrica, construir líneas de transmisión de alta tensión y extraer los minerales raros que se necesitan para fabricar baterías de almacenamiento de fuentes de energía variable como la eólica y la solar. «En conjunto, estas medidas podrían generar una gran demanda para una serie de fabricantes de equipos eléctricos, así como conglomerados industriales que ofrecen una amplia gama de servicios y desarrolladores de sistemas avanzados de almacenamiento de energía en baterías», afirma Pardasani.


Sin embargo, aún no somos conscientes del efecto transformador que podría tener todo eso en la producción estadounidense y en la economía en general.


A diferencia del carbón o el gas natural, las energías renovables como la eólica y la solar tienen unos costes variables prácticamente nulos. «Una vez que se construye la infraestructura, solo tiene unos costes reducidos de mantenimiento», explica Phillips. «Esto podría reducir enormemente el precio de la energía en Estados Unidos y proporcionar una gran ventaja competitiva a una amplia gama de fabricantes, desde el sector del acero al textil, pasando por los bienes de consumo y los productos químicos».


Todo ello podría tener a su vez un impacto positivo en el crecimiento del PIB estadounidense. Según Pardasani, el posible colapso de los precios de la energía representa un importante aumento de la productividad. «La razón es que la energía es el principal insumo de coste fijo para un fabricante, para la extracción de petróleo y gas, y para la metalurgia y la minería», afirma. «Una posible reducción del 90% en el coste de la energía dará lugar a un importante aumento de la productividad y de los márgenes, lo que podría traducirse en un aumento de los salarios y de las inversiones de capital. El made in USA vuelve a cobrar protagonismo».


2. Búsqueda de seguridad energética en Europa


Europa ha superado a Estados Unidos en la transición hacia las energías renovables, pero ahora se enfrenta al reto de garantizar el suministro en un entorno de guerra en Ucrania, ya que Rusia ha cortado el suministro de gas y petróleo a la región. «Estamos inmersos en una crisis energética mundial, que se siente especialmente en Europa», afirma Phillips.


Este entorno ha favorecido que la seguridad energética vuelva a cobrar protagonismo. Los países europeos están tratando de depender en menor medida de regímenes inestables y buscar otras fuentes de energía.


Los productores de gas natural licuado podrían beneficiarse de este cambio radical, especialmente las compañías estadounidenses, que se encuentran entre los productores de menor coste del mundo.


Cheniere Energy, por ejemplo, ha anunciado recientemente que a lo largo de los próximos diez años destinará 8.000 millones de dólares a la expansión de sus instalaciones de gas natural licuado en Corpus Christi (Texas) Más del 70% de la producción de Cheniere tiene actualmente como destino Europa, frente al aproximadamente 40% de hace un año. «Muchos países han acabado por darse cuenta de que su seguridad nacional depende de la estabilidad de los flujos de energía», afirma Andrew Suzman, gestor de renta variable. «Esto es algo que va a tener muchas consecuencias en el sector de la energía, así como en las compañías industriales que se necesitan para construir las infraestructuras».


Por ejemplo, Caterpillar fabrica tiendetubos y otros materiales que se utilizan para transportar el gas natural desde su fuente hasta una instalación y, en última instancia, a alta mar. «La compañía ofrece maquinaria y vehículos que pueden contribuir tanto a satisfacer las necesidades de seguridad energética como a lograr la transición energética», señala Pardasani.


3. Relocalización de las cadenas de suministro


Del mismo modo que muchos países tratan de encontrar un suministro energético más seguro, muchas compañías están mejorando la seguridad de sus cadenas de suministro acercándolas a sus fronteras y a los mercados finales.


Tras varias décadas de globalización para maximizar la eficiencia y minimizar los costes, muchas compañías han quedado expuestas a la interrupción de las cadenas de suministro que han provocado las restricciones impuestas a causa del covid y el aumento de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China.


Las compañías de una amplia gama de sectores industriales podrían participar en la construcción de infraestructuras

Fuente: Capital Group, The Global Industry Classification Standard (GICS), MSCI. Los ejemplos de compañías reflejan algunos de los principales componentes (ordenados por valor de mercado descendente) del índice MSCI All Country World que pertenecen a los subsectores de la clasificación GICS que suministran productos o servicios alineados con los factores que se espera que contribuyan a los gastos de capital indicados. Información a 17 enero 2023.

La pandemia fue una llamada de atención, ya que los cierres decretados por los gobiernos provocaron el bloqueo de las cadenas de suministro, que se mantuvo tras la reapertura de las economías. Las empresas comenzaron a reconocer la importancia de contar con más proveedores locales, así como la necesidad de sacrificar la máxima eficiencia y aumentar el nivel de excedente en las cadenas de suministro ante la posibilidad de que se produjeran nuevas tensiones en el futuro.


«Los fabricantes se dieron cuenta de que necesitaban aumentar su capacidad de recuperación, es decir, necesitaban tener visibilidad de sus cadenas de suministro, flexibilidad para cambiar los distintos tipos de producción y la posibilidad de poder supervisar la producción de forma remota», afirma Pardasani. «También debían contar con un plan de contingencia por si surgía algún imprevisto en relación con sus instalaciones, proveedores o empleados».


En enero, la compañía coreana de paneles solares Hanwha Q CELLS anunció su intención de construir un complejo de fabricación de 2.500 millones de dólares en Georgia. Y el pasado mes de diciembre, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) anunció la inversión de 12.000 millones de dólares en la construcción de una segunda fábrica de chips en Arizona, que comenzará a funcionar en 2024. TSMC también está construyendo una fábrica de semiconductores en Japón y pretende realizar inversiones en infraestructuras en Europa.


Intel está construyendo un centro de investigación cerca de Plateau de Saclay (Francia). La compañía ya había anunciado que Francia se convertirá en su sede europea de computación de alto rendimiento y diseño de inteligencia artificial. Y la propia Europa ha abierto recientemente terminales de gas natural licuado en la costa norte de Alemania para recibir importaciones de Estados Unidos y otros países.


Cuando las empresas construyen nuevas fábricas, tratan de contrarrestar parte de esos costes con la adopción de la tecnología más avanzada y eficiente. Por ejemplo, la compañía industrial japonesa Keyence desarrolla sensores de automatización, sistemas de visión e instrumentos de medición para toda una serie de operaciones de fabricación, y SMC fabrica equipos de automatización neumáticos y eléctricos.


En Estados Unidos, Rockwell Automation proporciona controles, software y equipos de automatización a una amplia gama de fábricas, muchas de ellas del sector automovilístico. «Rockwell está especialmente presente en el ámbito de la energía solar», afirma Pardasani. «Así que está tratando de hacer por la energía solar lo que ya ha hecho por el sector automovilístico».


4. Aumento del gasto en defensa


Además de impulsar la necesidad de relocalizar las cadenas de suministro, las tensiones geopolíticas están alimentando el aumento del gasto en defensa en todo el mundo. La guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto una tendencia que lleva varios años creciendo. Algunos de los principales países desarrollados, como Alemania o Japón, han anunciado su intención de aumentar de manera significativa sus presupuestos de defensa.


El gobierno de Biden solicitó recientemente la aprobación del Congreso estadounidense para vender aviones de combate F-16 a Turquía por valor de 20.000 millones de dólares, así como la autorización para llevar a cabo una operación similar de venta de cazas F-35 a Grecia. El pasado mes de diciembre, Raytheon Technologies comenzó a suministrar equipos de defensa a Ucrania y otros países europeos.


«Estamos asistiendo a un aumento de las tensiones geopolíticas en todo el mundo», afirma Suzman. «A pesar de la tragedia que ello supone, lo cierto es que ofrece una oportunidad a las compañías de defensa que estén bien gestionadas. En mi opinión, los presupuestos de defensa podrían aumentar».


No cabe duda de que no todas las compañías del sector son iguales y de que no todas ellas se van a ver favorecidas por la situación. La clave está en saber cuáles cuentan con las innovaciones más eficaces, están mejor posicionadas para ejecutar sus planes de negocio y solucionan problemas como el de las cadenas de suministro.


Incremento del gasto en defensa en un entorno de aumento de las tensiones en todo el mundo

Fuente: Capital Group, Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Las previsiones del gasto mundial en defensa proceden del SIPRI y se expresan en dólares constantes, indexados a 2020. Información a 31 diciembre 2021.

Conclusión: el aumento del gasto de capital podría tener muchos beneficiarios


«En claro contraste con el pesimismo que vemos en los medios de comunicación, creo que la industria está atravesando un momento de optimismo y entusiasmo, aun en el caso de que entremos en recesión», afirma Pardasani.


Podría decirse que el sector industrial ya ha pasado por una recesión. «Mientras los sectores digital y de servicios crecieron tras la pandemia, las compañías que producen activos tangibles han estado en crisis, provocada por las restricciones, la dificultad para retener a sus empleados, el fuerte aumento de los costes y los problemas de suministro», añade Pardasani. «Hoy en día, muchas de las compañías mejor posicionadas presentan una valoración atractiva y pueden beneficiarse de un periodo de sólido crecimiento».


El aumento del gasto de capital podría impulsar un renacimiento industrial

Fuente: Capital Group, FactSet, MSCI. En dólares actuales. Todas las cifras representan estimaciones de FactSet, incluidas las previsiones para 2023-2024, a 10 enero 2023. «Otros sectores»: se incluye la estimación del gasto de capital en los sectores de consumo básico, sanidad, inmobiliario y financiero.

Los beneficios potenciales a largo plazo trascienden el sector industrial. Las compañías de los sectores de generación de electricidad, minería y metalurgia, energía y fabricación que realicen las inversiones adecuadas pueden disfrutar de un ciclo de crecimiento sostenido.


«Durante más de diez años, como los inversores se han centrado en las empresas tecnológicas y de consumo digital, las compañías solían consideran las grandes iniciativas de inversión de capital como algo negativo. Pero no se puede construir la nueva economía sin la viaje industria», afirma Pardasani. «Muchos podrían estar subestimando el potencial que tiene hoy el gasto de capital a gran escala para impulsar el crecimiento de los beneficios en los próximos años».



Gigi Pardasani es analista de inversión en renta variable especializada en compañías industriales de gran capitalización. Cuenta con doce años de experiencia en el sector y lleva seis trabajando en Capital Group (a 31 diciembre 2022). Está licenciada por la Universidad de Harvard y tiene un MBA por la Universidad de Wharton.

Dominic Phillips es analista de inversión en renta variable especializado en los sistemas tecnológicos, los suministros públicos y las energías renovables en Estados Unidos. Cuenta con trece años de experiencia en el sector y lleva seis trabajando en Capital Group (a 31 diciembre 2022). Está licenciado por la Universidad de Georgetown y tiene un MBA por la Univeridad de Harvard. 

Andrew Suzman es gestor de renta variable y cuenta con 25 años de experiencia en el sector. Es licenciado en Economía Política por la Universidad de Tulane y tiene un MBA por la Universidad de Harvard.


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