¿Pueden los dividendos ofrecer capacidad de resistencia a lo largo del ciclo?
Nisha Thakrar
Gestora senior, Grupo de soluciones para clientes
26 de septiembre de 2022
IDEAS PRINCIPALES
El auge que han registrado recientemente el valor y los dividendos ha llevado a mucho inversores a replantearse estas inversiones, ahora que las compañías de crecimiento están en un momento complicado.
A largo plazo, las compañías que reparten dividendos han demostrado una mayor capacidad de resistencia que las compañías de valor en periodos de incertidumbre.
Las estrategias de dividendos no se limitan a invertir en compañías con una elevada rentabilidad por dividendo. Las empresas que presentan una sólida trayectoria de crecimiento constante de sus dividendos han ofrecido ganancias a los inversores a largo plazo.
En Capital Group pensamos que las estrategias de dividendos merecen formar parte de las carteras de inversión incluso cuando mejoren las condiciones económicas, ya que pueden contribuir a la generación de rentabilidad real a largo plazo. Sin embargo, la identificación de estas compañías exige una exhaustiva labor de análisis fundamental.
Las subidas de tipos de interés, la inflación y la notable desaceleración económica han puesto fin al dominio de la inversión en crecimiento.
Las llamadas FAANGM (Facebook, Apple, Amazon, Netflix, Google y Microsoft), que han liderado el mercado de crecimiento durante los últimos diez años, se han visto muy afectadas por este contexto económico y son un buen ejemplo del aumento de la presión sobre los beneficios a corto plazo que han sufrido las compañías de crecimiento. No obstante, tanto si la inversión en crecimiento acaba volviendo como si el valor ha llegado para quedarse1, la búsqueda de capacidad de resistencia en estos tiempos de incertidumbre exigirá un enfoque que preste atención a los fundamentales a largo plazo de las empresas.
El drástico cambio que se ha producido en el liderazgo de los mercados de renta variable puede haber llevado a muchos inversores a replantearse el papel de la inversión en valor. En el presente artículo, señalamos que las estrategias de dividendos podrían ofrecer a los inversores una mayor capacidad de resistencia que la inversión en valor. Sin embargo, estas estrategias no consisten únicamente en invertir en compañías con una elevada rentabilidad por dividendo. Las empresas que presenten una trayectoria de reparto y crecimiento de dividendos a lo largo del tiempo tienen potencial para generar rentabilidad real a largo plazo. Sin embargo, la identificación de estas compañías exige un exhaustivo análisis bottom-up con enfoque a largo plazo.
Los periodos de incertidumbre exigen encontrar un complemento al crecimiento
En los últimos meses, muchos de los factores que han impulsado la rentabilidad de la renta variable durante los últimos años se han visto alterados. Por ejemplo, la inflación ha aumentado hasta alcanzar los niveles más altos en varias décadas y muchos bancos centrales se han visto obligados a poner en marcha fuertes subidas de tipos de interés en un intento de frenar la espiral de los precios. Todo ello ha frenado las economías. Se prevé una ralentización del crecimiento de la economía mundial del 6% registrado en 2021 al 4%2 en 2023 y años posteriores.
Esta combinación ha provocado un repunte de la volatilidad y ha reducido la visibilidad del crecimiento de los beneficios empresariales3.
Las compañías de crecimiento se han visto más afectadas por este entorno que las de valor o las compañías que reparten dividendos. Muchas empresas de crecimiento no pagan dividendos, o reparten unos dividendos muy bajos, lo que, tal y como demuestra el gráfico, significa que su rentabilidad total depende del crecimiento de sus beneficios. Estas compañías tienden a ofrecer un elevado crecimiento de los beneficios en el futuro, algo que favorece que su valor actual se muestre especialmente vulnerable a las subidas de tipos de interés, ya que el mercado descuenta en mayor medida los beneficios futuros. Por el contrario, la mayor parte del valor de las compañías que reparten dividendos y de las empresas de valor está en sus flujos de caja a corto plazo.
Estas compañías tienden a repartir una mayor proporción de sus beneficios en forma de dividendos, lo que las hace más apropiadas para los entornos de inestabilidad, ya que los dividendos tienden a sufrir menos recortes que el crecimiento de los beneficios: psicológicamente, las empresas evitarán reducir el reparto de dividendos a los accionistas si pueden hacerlo, ya que un recorte de dividendos envía una señal negativa a los mercados.
La reinversión de los dividendos ha sido uno de los principales componentes de la rentabilidad de la renta variable en las últimas décadas, gracias al poder de la capitalización.
En lo que se refiere a la rentabilidad de la inversión, los dividendos tienen más de tortuga que de liebre. Pero, como todos los que conozcan la fábula sabrán, es la tortuga, con su lentitud y su constancia, la que suele ganar la carrera. Las cifras registradas durante la mayor parte del último siglo apuntan a un perfil de rendimiento de los dividendos estable pero positivo, con una contribución media de en torno el 40% a la rentabilidad a 10 años registrada durante el periodo4.
Reinversión de los dividendos frente a crecimiento de los beneficios5
Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras. Rentabilidad de los índices MSCI AC desde el 31 julio 2012 al 31 julio 2022, en USD y con dividendos netos reinvertidos. PER: ratio precio-beneficio. Fuente: Refinitiv, Capital Group
Mientras los inversores se preguntan cuáles serán las compañías que liderarán el mercado en el futuro, la continua incertidumbre exige encontrar un complemento a las estrategias de crecimiento para cumplir los objetivos a largo plazo, incluso en el caso de que el segmento de crecimiento vuelva a gozar del favor del mercado. ¿Podrían las estrategias de valor o crecimiento cumplir esta función, dado el repunte que han registrado este año?
Compañías de valor frente a empresas que reparten dividendos
A la hora de considerar la oportunidad a largo plazo, es importante entender que las compañías de valor son diferentes a las que reparten dividendos y que pueden mostrar características y comportamientos también distintos.
Por ejemplo, si nos fijamos en el índice MSCI All Country (AC) World Value, vemos que presenta una alta exposición cíclica, dada la fuerte presencia que han tenido en los últimos veinte años las compañías financieras. Por el contrario, las compañías con reparto de dividendos, tal y como demuestra el índice MSCI AC World High Dividend Yield, se han mostrado tradicionalmente más defensivas, dada la ponderación en el índice de sectores como el sanitario y el de bienes de consumo básico.
Estas diferencias en la composición de los índices han dado como resultado que las compañías de valor, en conjunto, hayan registrado una rentabilidad, un crecimiento de los dividendos y un crecimiento de los beneficios menor que las compañías de dividendos, tal y como podemos comprobar en el siguiente gráfico.
Las compañías de valor han registrado una menor rentabilidad y un crecimiento inferior de los dividendos y los beneficios
Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras. Datos relativos a los índice MSCI AC World desde el 31 julio 2002 al 31 julio 2022. El rendimiento sobre el capital invertido es un ratio de rentabilidad que mide los beneficios adquiridos después de impuestos, pero antes de pagar los intereses en relación con el capital invertido. El margen de beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) es un indicador de la situación financiera y mide el beneficio de explotación en relación con los ingresos. Fuente: FactSet, Capital Group.
Extendámonos un poco en este punto. En términos generales, las compañías de valor han sido percibidas como defensivas, pero nuestro análisis revela que el índice MSCI AC World Value solo ha superado al índice MSCI AC World en tres de las ocho correcciones del mercado (definidas como una caída superior al 20%) que se han producido desde la crisis financiera mundial. Por el contrario, el índice MSCI AC World High Dividend Yield, compuesto por las compañías de mercados desarrollados de todo el mundo con mayores dividendos, ha superado al índice MSCI AC World en seis de los ocho periodos. Pensamos que esta mayor capacidad de resistencia que muestran las compañías de dividendos se debe a la mayor contribución de la reinversión de dividendos a la rentabilidad6.
El repunte que han registrado recientemente las compañías de valor resulta ciertamente atractivo, pero es imposible saber si se mantendrá en el tiempo y llevará a un cambio decisivo en el liderazgo del mercado. Para evitar las dificultades que trae consigo el tratar de predecir en qué momento se producirá la rotación de dicho liderazgo, los inversores pueden plantearse recurrir a estrategias de dividendos, que les permitirían beneficiarse de la inversión en ciertas compañías de valor, pero con unos resultados potencialmente más estables.
La inversión en dividendos no se limita a la elevada rentabilidad por dividendo: la importancia del crecimiento de los dividendos
La inversión en dividendos ha demostrado su valor en entornos de mercado complicados, pero, en nuestra opinión, también puede participar de forma notable en la generación de rentabilidad a largo plazo, lo que le otorga un papel estratégico en las carteras de inversión. Sin embargo, si deseamos aprovechar todo su potencial, es necesario aplicar un nivel adicional de análisis, que permita ir más allá de las compañías que ofrecen una elevada rentabilidad por dividendo e identificar aquellas que cuentan con una sólida trayectoria de crecimiento constante de los dividendos.
La calidad de las compañías con dividendos en crecimiento suele ser mayor que la de las compañías con una elevada rentabilidad por dividendo, con una buena trayectoria de crecimiento de los beneficios y una mayor rentabilidad de los activos, el patrimonio y el capital invertido7. La solidez de sus fundamentales permite a estas compañías ir acumulando las rentas generadas por los dividendos a un ritmo superior al de las compañías con una elevada rentabilidad por dividendo y ofrecer sólidas ganancias a los inversores.
Otra de las ventajas que tiene centrarse en el crecimiento de los dividendos es que permite evitar algunas de las dificultades que puede traer consigo la inversión en compañías con una elevada rentabilidad por dividendo. Algunas de estas empresas presentan a menudo ciertas «trampas de valor», por ejemplo, en aquellos casos en los que los inversores se sienten atraídos por compañías infravaloradas, cuyo precio al final resulta estar justificado.
Ciertas compañías con elevada rentabilidad por dividendo cuentan también con una política de dividendos que resulta insostenible. En este sentido, uno de los indicadores que resulta de mayor utilidad es el ratio de reparto de dividendos de la compañía, que mide los niveles de reparto en relación con los beneficios. Un ratio demasiado elevado puede indicar unas perspectivas de crecimiento limitadas. En este caso, si se produce un deterioro de los beneficios, el dividendo de la compañía podría estar en peligro. Por ejemplo, según un estudio de S&P sobre las compañías estadounidenses, cuando los repartos de dividendos cayeron con fuerza en 2020 a causa del covid, los recortes fueron casi un 30% superiores entre las compañías con elevada rentabilidad por dividendo8.
Por último, si los inversores se centran únicamente en las compañías con elevada rentabilidad por dividendo podrían verse limitados a un conjunto reducido de empresas. Las diez principales posiciones del índice MSCI World High Dividend Yield, por ejemplo, representan el 24% de la capitalización total del mercado, y los dos sectores principales (sanidad y bienes de consumo básico) suponen el 42%. En cambio, las diez principales empresas del índice MSCI World Dividend Masters, compuesto por compañías con dividendos en crecimiento, representan solo el 4% de la capitalización del índice y los dos sectores mencionados, el 22%.
No todas las compañías que reparten dividendos son iguales
Información a 31 julio 2022. La capitalización de mercado se refiere al valor total de mercado de las acciones en circulación de una compañía. Fuente: MSCI
La importancia del enfoque fundamental
Para aumentar sus dividendos, las compañías deben contar con una buena disciplina de asignación del capital y con unos fundamentales sólidos. Por lo tanto, la inversión en dividendos no se limita simplemente a seleccionar a las empresas que registran actualmente una elevada rentabilidad por dividendo. De hecho, la identificación de compañías fiables que tengan tanto la capacidad como la voluntad de repartir dividendos en el presente y de hacerlos crecer en el futuro exige una exhaustiva labor de análisis fundamental.
Si queremos entender la capacidad para repartir dividendos a largo plazo necesitamos algo más que un buen análisis cuantitativo: también debemos evaluar si el crecimiento de los beneficios es sostenible. ¿Puede la compañía cubrir el pago de sus dividendos con el flujo de caja procedente de sus operaciones habituales, o tendrá que acudir a capital externo y aumentar su nivel de deuda? La voluntad de aumentar los dividendos en el futuro también está relacionada con la calidad de una compañía, por lo que exige un análisis subjetivo.
Un enfoque fundamental en la selección de títulos, como el que empleamos en Capital Group, resulta esencial para identificar a estas compañías con dividendos en crecimiento a largo plazo e invertir en ellas.
Independientemente de que las compañías de crecimiento vuelvan a gozar del favor de los inversores o de que se mantenga la rotación hacia las empresas de valor, las condiciones actuales ofrecen una buena oportunidad para aumentar la capacidad de resistencia a largo plazo mediante la inversión en estrategias de dividendos. A medida que se van consolidando las expectativas que apuntan al debilitamiento del crecimiento económico y la reducción de la rentabilidad de los activos, las compañías con dividendos en crecimiento podrían adquirir un protagonismo cada vez mayor como fuente de generación de rentabilidad real a largo plazo.
[1] Las compañías de crecimiento son aquellas cuyo crecimiento de las ventas y los beneficios se prevé superior al de la media del mercado. No suelen repartir dividendos y sus valoraciones son más elevadas. Las compañías de valor, por el contrario, suelen cotizar a unos niveles que se perciben inferiores a sus fundamentales. Suele tratarse de empresas más consolidadas, por lo que tienden a repartir parte de sus ganancias mediante dividendos.
[2] Perspectivas de la economía mundial, abril 2022. Fuente: Fondo monetario internacional
[3] Informe sobre los resultados de beneficios del segundo trimestre de 2022. Fuente: FactSet
[4] Datos basados en la rentabilidad total en USD del índice S&P 500 entre 1930 y 2021. Fuente: Ned Davis Research
[5] El ratio precio-beneficio, también conocido como ratio PER, es la relación entre el precio de las acciones de una compañía y sus ganancias por acción
[6] El periodo posterior a la crisis financiera mundial va del 30 abril 2010 al 30 junio 2022. Fuentes: Refinitiv, MSCI, Capital Group
[7] Dividend Aristocrats Viewpoint, julio 2022. Fuente: Proshares
[8] The Case for Dividend Growth Strategies, junio 2022. Fuente: S&P Global
Nisha Thakrar es una gestora senior del grupo de soluciones para clientes de Capital Group. Cuenta con 20 años de experiencia en el sector y lleva 17 años trabajando en Capital Group. Dentro de Capital Group, ha sido directora de desarrollo de productos para el negocio europeo. Antes de incorporarse a Capital Group, Nisha trabajó en la administración de inversiones y para la plataforma FundsNetwork™ de Fidelity International. Tiene un máster con honores en ingeniería electrónica con informática por el University College de Londres. Posee el Certificado de Gestión de Inversiones y es analista financiera colegiada (CFA®). Tiene su oficina en Londres.
Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras. No está permitido invertir de forma directa en un índice, que no se gestiona. El valor de las inversiones y las rentas generadas por las mismas pueden subir o bajar y es posible que los inversores no recuperen los importes invertidos inicialmente. El presente material no pretende ofrecer ningún tipo de asesoramiento de inversión, fiscal o de cualquier otra naturaleza, ni constituye una oferta ni una solicitud de compra o venta de valores.
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