ESG
En el pasado, la visita al Salón Internacional del Automóvil que se celebra en Alemania nos ofrecía la posibilidad de admirar el último modelo de Mercedes-Benz, Volkswagen o incluso Bentley. Este año, ya no. Se puede intuir que se acerca el futuro de los vehículos eléctricos. En este sentido, se plantean dos interrogantes fundamentales: ¿estarán interesados los consumidores europeos en comprar vehículos eléctricos (VE) chinos? ¿Bajarán los precios los fabricantes chinos para hacerse con cuota de mercado?
En lo que va de año, China ha superado a Japón como principal exportador de automóviles en todo el mundo, algo que era inimaginable hace diez años. Algunos de los principales fabricantes chinos de vehículos eléctricos están comenzando a introducirse en el mercado europeo, lo que supone una primera toma de contacto con la demanda de vehículos eléctricos chinos en los mercados desarrollados.
Las marcas chinas de vehículos eléctricos están entre las principales del mundo por volumen de ventas
Esta actuación está teniendo ya ciertas repercusiones en Europa, donde las autoridades políticas y las entidades de regulación trabajan para proteger de la mejor manera posible su industria automovilística, tradicionalmente fuerte en la región. Aún es pronto para saber cómo va a evolucionar la situación, pero parece evidente que cambiará la dinámica operativa de los fabricantes europeos, así como la valoración de sus actividades por parte de los inversores.
A pesar de los avances iniciales de China, muchos de sus fabricantes de automóviles pierden dinero. La urgencia por reducir los costes y los precios podría obligar a algunos de los fabricantes de vehículos eléctricos menos capitalizados a salir del mercado, y también es posible que asistamos a una oleada de consolidaciones.
Mientras tanto, pensamos que sería un error descartar a los fabricantes europeos. Las reducidas valoraciones y los avances tecnológicos podrían ofrecer una vía de acceso atractiva a los inversores. Estas compañías cuentan con un largo y glorioso legado sobre el que seguir creciendo. Ya han pasado por esto antes, ya han tenido que hacer frente a la competencia de los fabricantes japoneses de automóviles.
Los consumidores europeos son exigentes; históricamente, se han decantado por los fabricantes de la región, incluso a precios ligeramente más altos. No obstante, el dominio mundial de las marcas europeas, especialmente en el segmento del lujo, podría llegar a su fin a medida que los vehículos eléctricos vayan sustituyendo de manera gradual a los automóviles tradicionales con motor de combustión o tecnología híbrida.
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