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Perspectivas de inversión de Capital Group

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Inversión a largo plazo
Cinco claves para invertir en 2025
Jared Franz
Economista
Lara Pellini
Gestora de renta variable
Mark Casey
Gestora de renta variable
Cheryl Frank
Gestora de renta variable

De cara a 2025, el mercado muestra un marcado optimismo en un contexto de solidez de la economía estadounidense, recortes de tipos de interés y avances en inteligencia artificial.


El índice S&P 500 cerró 2024 con una subida del 25%, tras superar el 26% en 2023. La posibilidad de que este año los mercados vuelvan a subir no está tan clara, pero hay varias temáticas de inversión que podrían favorecer las ganancias a largo plazo. En este informe, nuestros economistas y gestores señalan cinco cuestiones clave para los inversores en 2025.


1. Bienvenidos a la economía Benjamin Button


Si le gustan las películas de Brad Pitt o ha leído nuestras «Perspectivas para 2025», es probable que le suene el concepto de «economía Benjamin Button». Y si bien la expresión hace referencia a un personaje de ficción, el cambio de dirección del ciclo económico estadounidense tiene consecuencias muy reales para los inversores.


El ciclo económico estadounidense parece estar yendo hacia atrás

Un gráfico traza un ciclo económico típico de Estados Unidos desde el crecimiento económico, la recuperación, la expansión y la contracción. A continuación, se indican las cuatro fases correspondientes: inicial, intermedia, final y recesión. Las tendencias que aparecen bajo cada fase describen las características económicas, de empleo y políticas de ese periodo. Durante la fase inicial, la rentabilidad total anualizada de la renta variable estadounidense fue del 14,8%, con las siguientes características: aceleración de la actividad económica, horas trabajadas, flexibilización de la política monetaria. Durante la fase intermedia, la rentabilidad fue del 14,0% con las siguientes características: nivel máximo de los márgenes de beneficios, mejora del empleo, aumento de la demanda de crédito. En la fase final la rentabilidad fue del 8,9%, con las siguientes características: endurecimiento de los mercados laborales, contracción de los márgenes de beneficios, endurecimiento de la política monetaria. El periodo de recesión muestra una rentabilidad del -9,4% y las siguientes características: caída de la actividad económica, contracción del crédito, aumento del desempleo. Los años 2025 y 2024 están representados como círculos en la curva, con 2025 en la fase intermedia y 2024 en la fase final del ciclo.

Fuente: Capital Group, MSCI. Las posiciones del ciclo económico son estimaciones prospectivas de los economistas de Capital Group a fecha de diciembre 2023 (burbuja 2024) y diciembre 2024 (burbuja 2025). Las opiniones de los analistas y gestores individuales pueden diferir. Datos mensuales de rentabilidad desde diciembre 1973 a agosto 2024, que reflejan todas las etapas completas del ciclo hasta el 30 noviembre 2024. Los datos corresponden al índice Datastream US Total Market desde el 31 diciembre 1973 hasta el 31 diciembre 1994 y al índice MSCI USA a partir de dicha fecha. Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras.

«En lugar de avanzar en el marco del típico ciclo económico de cuatro etapas que ha caracterizado la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, la economía estadounidense parece estar pasando de la fase final del ciclo a la intermedia», señala Jared Franz, economista de Capital Group. La economía estadounidense se está beneficiando del aumento de los beneficios empresariales, la aceleración de la demanda de crédito, la reducción de las presiones de costes y la transición hacia una política monetaria neutral. «Estas cuatro características ya las vimos en 2024», señala Franz. «De cara al futuro, creo que Estados Unidos se dirige hacia un periodo de expansión de varios años y que podría esquivar la recesión hasta 2028».


Este escenario ofrece también un contexto favorable a la renta variable. Al analizar la rentabilidad registrada en los ciclos económicos previos, hemos observado que la renta variable ha obtenido una sólida rentabilidad del 14% en las etapas intermedias del ciclo, un porcentaje notablemente superior al registrado en las fases finales. El regreso a la fase intermedia también retrasa el inicio de la próxima recesión, periodos en los que la renta variable ha registrado sus peores resultados en términos históricos.


2. El renacimiento industrial impulsa una nueva era de crecimiento


Desde el corazón de Estados Unidos hasta el desierto más árido, estamos asistiendo a un renacimiento industrial. Están surgiendo nuevos proyectos de inversión empresarial por todo el país, impulsando las economías locales y creando oportunidades para ciertas compañías.


Un buen ejemplo de ello es la construcción de una fábrica en Arizona por parte de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company por valor de 65.000 millones de dólares, que podría suponer la creación de miles de puestos de trabajo en los sectores de la fabricación y la construcción. No obstante, por cada megaproyecto hay docenas de ellos que pasan desapercibidos.


Eli Lilly, por ejemplo, ha invertido 4.500 millones de dólares en la construcción de un nuevo centro de fabricación y desarrollo de medicamentos que permitirá crear cientos de puestos de trabajo en Indiana.


Inversión en Estados Unidos: aumento de la fabricación de base

Un mapa de Estados Unidos muestra la ubicación de varios proyectos de construcción (representados por puntos, en los que los puntos más grandes indican un mayor número de dólares invertidos) en siete sectores: automoción, energía, minería, industria, sanidad, consumo básico y semiconductores. Los puntos se encuentran por todo el mapa, con mayor concentración en California, Texas, la costa este y el Medio Oeste.

Fuente: Capital Group, AreaDevelopment.com, Clean Investment Monitor, Oficina del Censo de Estados Unidos, Whitehouse.gov, informes de empresa. Los marcadores reflejan los proyectos actuales y futuros anunciados a fecha de 30 noviembre 2024. Los datos reflejan una muestra de las inversiones en fabricación e infraestructuras en Estados Unidos; se prevé que los importes de inversión estimados se produzcan en distintos plazos. El gasto de capital es el dinero que se invierte en adquisiciones, mejoras, renovaciones y adopción. Puede ser tangible (por ejemplo, bienes inmuebles) o intangible (por ejemplo, licencias, software).

Esto ocurre también fuera de Estados Unidos. La construcción de centros de datos, el aumento de la demanda de viajes y el desarrollo de nuevas fuentes de energía están creando oportunidades de crecimiento para las grandes compañías industriales europeas. En los mercados emergentes, la tendencia de deslocalización cercana (nearshoring) está favoreciendo la reconfiguración de las cadenas de suministro y la construcción de nuevos centros de comercio.


«Estas tendencias representan oportunidades de inversión que se prolongarán durante varias décadas, y solo estamos al principio», afirma Lara Pellini, gestora de renta variable. «Las potencias industriales de Estados Unidos y Europa están consolidando su presencia en ciertas áreas con potencial de crecimiento a largo plazo».


3. La megatendencia de IA podría impulsar la renta variable durante años


La inteligencia artificial ha acaparado la atención de la sociedad y los inversores, que imaginan que las máquinas inteligentes van a cambiar el mundo por completo. ¿Exageración? Es probable. ¿Nuevas oportunidades? Pues también es probable.


Y es que tendemos a sobrestimar las megatendencias a corto plazo y a subestimar las que son a largo plazo. En algunos casos, como ocurre con los smartphones o los automóviles sin conductor, sí es posible hacer estimaciones basándonos en datos conocidos, como la población mundial o el número de coches.


Los inversores tienden a subestimar el impacto a largo plazo de la nueva tecnología

El gráfico muestra las previsiones iniciales y las cifras reales en cuatro áreas tecnológicas. En lo que se refiere al número de usuarios de ordenadores personales e internet en el año 2000, la previsión inicial apuntaba a 225 y 152 millones respectivamente, mientras que las cifras reales fueron de 354 millones de usuarios de ordenadores personales y 361 millones de usuarios de internet. La diferencia fue del 36% y del 58% respectivamente. En lo que respecta a los teléfonos móviles, la previsión inicial de ventas de <i>smartphones</i>en 2013 en 2013 fue de 657 millones, mientras que la cifra final ascendió a 1.019 millones.  Es decir, una diferencia del 36%. En lo que se refiere a los ingresos de los tres principales proveedores de nube en 2020, la previsión inicial fue de 90.200 millones de dólares, pero el valor real fue de 115.600 millones. La diferencia fue del 22%. La previsión inicial para la inteligencia artificial en 2030 es de 1,8 billones de dólares, pero el valor real y la posible diferencia son desconocidos y están representados con signos de interrogación.

Fuente: Morgan Stanley, «Guía de inteligencia artificial: cuarta edición», 23 enero 2024. Next Move Strategy Consulting, Statista. Las fechas de previsión iniciales fueron febrero 1996 para los usuarios de ordenadores personales e internet; enero 2010 para las ventas de smartphones; marzo 2017 para los ingresos de la nube; y enero 2023 para el volumen del mercado de inteligencia artificial.

«Pero ¿cómo medimos la posibilidad de mejorar nuestra inteligencia?», pregunta el gestor Mark Casey. «Uno de los aspectos más interesantes de la inteligencia artificial es que resulta muy difícil predecir hasta dónde puede llegar. La IA puede asumir una gran cantidad de tareas humanas, por lo que creo que es imposible conocer el enorme volumen que podría llegar a alcanzar el mercado».


Al margen de sus aplicaciones tecnológicas, la inteligencia artificial puede crear oportunidades inesperadas en otras áreas. La construcción de centros de datos exige enormes recursos físicos, como el cobre, los bienes de equipo y mucha electricidad. El aumento de la demanda de estos recursos ha favorecido a compañías de la vieja economía de los sectores de los suministros públicos, la industria y la minería.


4. El descubrimiento de fármacos impulsa una edad dorada del sector sanitario


Tras las elecciones celebradas en Estados Unidos el año pasado, la incertidumbre en torno a las perspectivas normativas del sector provocó la caída de las compañías sanitarias, lo que aumentó la presión sobre un sector que había quedado rezagado durante todo el año. Pero ahora muchas compañías cotizan con valoraciones atractivas tras la caída, ofreciendo así oportunidades para los inversores con enfoque a largo plazo.


«Entre ellas hay farmacéuticas que no han logrado captar la atención de los mercados porque no ofrecen tratamientos adelgazantes», afirma la gestora de renta variable Cheryl Frank. «Trato de identificar oportunidades de inversión en compañías con reparto de dividendos que el mercado ha dejado de lado».


Nuevos avances en medicina, con cientos de fármacos en fase de investigación y desarrollo

Un gráfico de barras horizontales refleja las diez mayores compañías farmacéuticas por el número de fármacos que tienen en fase de investigación y desarrollo. Los nombres de las compañías y el número de fármacos son los siguientes: Roche (218), Pfizer (205), AstraZeneca (166), Eli Lilly (159), Bristol Myers Squibb (158), Novartis (154), Johnson & Johnson (150), Jiangsu Hengrui Pharmaceuticals (147), Merck (145), Sanofi (142).

Fuente: Statista. La información relativa a los productos en fase de desarrollo corresponde al 30 noviembre 2024.

Aunque son los medicamentos adelgazantes como los GLP-1 los que tienden a acaparar la atención, se están realizando avances en muchos otros frentes. Las grandes farmacéuticas cuentan con más de doscientos fármacos en sus líneas de investigación y desarrollo.


Estas compañías abordan algunas de las dolencias más graves a las que se enfrentan los pacientes de todo el mundo, lo que ha favorecido que se reduzcan las tasas de mortalidad y aumente la esperanza de vida. A lo largo de los próximos diez años podrían desarrollarse tratamientos eficaces para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la anemia de células falciformes y la distrofia muscular. La inversión en compañías biotecnológicas y farmacéuticas siempre entraña ciertos riesgos, pero podríamos estar a las puertas de una edad dorada del sector sanitario, tanto para pacientes como para inversores.


5. Siempre hay motivos para no invertir


Imagine que retrocede en el tiempo hasta el día de Año Nuevo de 2020 y se entera de lo que va a ocurrir en los próximos cinco años. Pandemia de COVID-19. Fuerte caída de los mercados. Inflación por encima del 9%. Guerras en Ucrania y Oriente Próximo. Guerra comercial con China. Incertidumbre política en Estados Unidos. Si hubiera sabido todo esto, ¿habría querido invertir en renta variable? Probablemente no.


«En los 25 años que llevo en el sector de los fondos de inversión, nunca he encontrado el momento perfecto para invertir; siempre hay buenas razones que aconsejan esperar a ver qué pasa. Tenemos un nuevo presidente, conflictos en Oriente Próximo, un nivel excesivo de normativa gubernamental, unos tipos impositivos opresivos y un Congreso que es más parte del problema que de la solución», señaló Graham Holloway, antiguo ejecutivo de Capital Group.


Los mercados han mostrado capacidad de resistencia en periodos de inestabilidad e incertidumbre

Un gráfico representa el crecimiento del índice MSCI World entre 1987 y 2023, con marcadores que indican varias crisis de mercado ocurridas durante ese periodo. Las crisis y los años son los siguientes: Primera guerra del Golfo (1990-1991), burbuja tecnológica (2000), crisis financiera mundial (2008-2009) y COVID‐19 (2020).

Fuente: MSCI, RIMES. Información a 31 diciembre 2024. Datos indexados a 100 el 1 enero 1987. Los valores se muestran en una escala logarítmica. Los marcadores se refieren al año de inicio de cada acontecimiento. Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras.

Aunque pueda parecernos muy actual, la cita de Holloway es del 1981.


La cuestión es que siempre hay motivos para no invertir, tanto hoy como en 2020 o 1981. Pero los mercados han mostrado capacidad de resistencia a lo largo de los años. Y normalmente los inversores se han visto recompensados por pasar por alto la incertidumbre a corto plazo y mantener su enfoque en los objetivos a largo plazo.


Así, volviendo al día de Año Nuevo de 2020, ¿qué habría pasado si no hubiera hecho caso a todo lo que se avecinaba y hubiera mantenido su inversión? Desde entonces, el índice S&P 500 ha subido más del 100%.



Jared Franz es economista y cuenta con 19 años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2024). Es doctor en Economía por la Universidad de Illinois de Chicago y licenciado en Matemáticas por la Universidad de Northwestern.

Lara Pellini es gestora de renta variable de Capital Group. Como analista de inversión en renta variable, cubre los sectores del comercio minorista y los artículos de lujo de Europa, Eurasia y América Latina. Cuenta con 23 años de experiencia en el sector de la inversión, todos ellos en Capital Group. Comenzó su trayectoria profesional en Capital Group formando parte de The Associates Program, programa que ofrece a los empleados la posibilidad de ir rotando durante dos años por distintos puestos en las diferentes áreas de la empresa. 

Mark Casey es gestor de renta variable y cuenta con 24 años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2024). Está licenciado por la Universidad de Yale y tiene un MBA por Harvard.

Cheryl Frank es gestora de renta variable y cuenta con 27 años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2024). Está licenciada por la Universidad de Harvard y tiene un MBA por Standford.


Nuestras perspectivas más recientes

Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras. No está permitido invertir de forma directa en un índice, que no se gestiona. El valor de las inversiones y las rentas generadas por las mismas pueden subir o bajar y es posible que los inversores no recuperen los importes invertidos inicialmente. El presente material no pretende ofrecer ningún tipo de asesoramiento de inversión, fiscal o de cualquier otra naturaleza, ni constituye una oferta ni una solicitud de compra o venta de valores.

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