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Renta variable estadounidense
¿Estamos ante un punto de inflexión del nivel de concentración de los mercados?
Eric Stern
Gestora
Gerald Du Manoir
Gestora de renta variable
Caroline Randall
Gestora de renta variable

La hiperconcentración del mercado bursátil estadounidense podría estar acercándose a su nivel máximo.


En un contexto de datos económicos decepcionantes, la volatilidad ha vuelto a hacer acto de presencia en los mercados de renta variable en las últimas semanas. Entre las caídas más acusadas, destacan las que han registrado los gigantes tecnológicos que operan en el ámbito de la inteligencia artificial. Varios días después de comunicar un sólido crecimiento de sus cifras de beneficios, la cotización de la compañía de semiconductores Nvidia cayó un 14% en una semana, lo que se tradujo en una pérdida de 406.000 millones de dólares en valor de mercado y supuso la mayor pérdida semanal en dólares que ha registrado nunca una empresa. Microsoft, Meta y Alphabet también han visto cómo, desde principios de agosto, sus acciones han pasado de las ganancias a las pérdidas.


Este aumento de la volatilidad se produce tras un largo periodo de dominio de las conocidas como «siete magníficas», un grupo de compañías tecnológicas de megacapitalización, seis de las cuales realizan actividades relacionadas con la inteligencia artificial. Desde principios de 2023, y hasta el 30 de junio de 2024, cuatro de ellas (Nvidia, Microsoft, Alphabet y Meta Platforms) han representado el 43% de la rentabilidad total del mercado estadounidense.


Daba igual que los datos económicos fueran buenos o malos: parecía que la cotización de estas compañías no hacía más que subir. Ahora, la publicación de unos datos de empleo decepcionantes puede desencadenar fuertes caídas. «Este repentino cambio en el clima del mercado plantea una cuestión importante a los inversores», afirma Eric Stern, gestor de renta variable. «¿Se va a convertir el cambio de liderazgo de los mercados en una temática dominante en los próximos años? ¿O seguirán siendo las siete magníficas las que generen la mayor parte de la rentabilidad?»


La elevada concentración del mercado plantea ciertos riesgos


Incluso tras la volatilidad que han registrado los mercados durante el verano, el nivel de concentración del índice S&P 500 sigue estando en cotas estratosféricas. A 31 de agosto de 2024, las diez mayores compañías del índice, entre las que se incluyen los gigantes tecnológicos que hemos mencionado antes, representaban el 34,2% de la capitalización total de mercado del índice.


La concentración del mercado ha superado los niveles que se registraron durante la burbuja de las puntocom


El gráfico muestra el porcentaje de capitalización bursátil de las diez principales compañías (%), comparando el índice S&P 500 y el índice MSCI EAFE de 1996 a 2024. El eje horizontal abarca los años de 1996 a 2024, mientras que el eje vertical representa el porcentaje de capitalización bursátil de las diez principales compañías. La línea del índice S&P 500 comienza aproximadamente en el 17%, alcanza un máximo en torno al 27% durante la burbuja de las puntocom a principios de 2000, desciende hasta alrededor del 17% en torno a 2014 y, a continuación, muestra un aumento constante con algunas fluctuaciones, alcanzando su punto más alto en los últimos años. A 31 de agosto de 2024, se situaba en el 34,2%. Por el contrario, el índice MSCI EAFE comienza en el 11%, alcanza un máximo en torno al 20% durante la burbuja de las puntocom y luego sigue una tendencia mayoritariamente a la baja con pequeñas fluctuaciones, para terminar en el 15,4% el 31 de agosto de 2024.

Fuente: Capital Group, Morningstar, MSCI, Standard & Poor's. Información a 31 agosto 2024. Las ponderaciones se muestran por emisión y son la suma de las diez principales posiciones de cada índice sobre una base mensual.

Es posible que a los inversores les sorprenda saber que el nivel actual de concentración del mercado es muy superior al que se registraba en el año 2000, punto álgido de la burbuja de las puntocom. Sin embargo, las comparaciones entre las compañías que lideran actualmente el mercado y las que lo hacían durante el periodo de la burbuja tecnológica en 1999 deben analizarse en contexto. Aunque elevadas, las valoraciones actuales de las grandes tecnológicas son notablemente inferiores a las del periodo anterior y están respaldadas por un sólido crecimiento de los beneficios empresariales. Por ejemplo, Nvidia ha duplicado con creces sus cifras de beneficios con respecto a las registradas el año anterior, alcanzando los 16.600 millones de dólares en el trimestre finalizado el pasado 31 de julio.


Dicho todo esto, lo cierto es que el elevado nivel de concentración puede aumentar el riesgo de las carteras de inversión. Las grandes tecnológicas pueden verse afectadas por los riesgos normativos, los problemas tecnológicos y la posibilidad de que la inteligencia artificial tarde más tiempo del que se espera en resultar rentable.


«También hay una cierta circularidad en el crecimiento de los beneficios de las siete magníficas, ya que, en cierta medida, se financian unas a otras», señala Stern. De hecho, en torno a la mitad de los ingresos registrados por Nvidia en el último trimestre procedieron de cuatro compañías.


Primeros indicios de rotación del mercado


Antes de la fuerte caída que registraron los mercados a principios de agosto, ya había indicios que apuntaban a una mayor participación en los mercados. Si analizamos los principales índices de estilo y geográficos, vemos que, en lo que llevamos del tercer trimestre, las compañías que reparten dividendos, las empresas de valor y la renta variable internacional han superado al índice S&P 500. Y el índice MSCI EAFE, indicador de los mercados internacionales, presenta una concentración mucho menor que el mercado estadounidense.


Las compañías internacionales y con reparto de dividendos han subido con fuerza recientemente


El gráfico muestra la rentabilidad total en USD de seis índices de renta variable que representan diferentes estilos desde el 1 julio 2024 hasta el 9 septiembre 2024. La rentabilidad registrada fue la siguiente: 4,6% para el índice Russell 1000 Value, -5,1% para el índice Russell 1000 Growth, 7,1% para el índice S&P 500 Dividend Aristocrats, -0,7% para el S&P 500, 5,4% para el MSCI EAFE Value y 0,7% para el índice MSCI EAFE Growth.

Fuente: Capital Group, RIMES. Las cifras reflejan la rentabilidad total en USD. Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras. Información a 9 septiembre 2024.

«El entorno de mercado nos ha estado diciendo que solo unas cuantas compañías estadounidenses de megacapitalización merecían tener unas valoraciones elevadas», afirma Gerald Du Manoir, gestor de renta variable. «Pero hay muchas compañías de distintos sectores en los mercados internacionales con buenos modelos de negocio, flujos de efectivo sólidos y potencial de crecimiento de los beneficios. Creo que los inversores están empezando a reconocer que existe una gama más amplia de oportunidades de inversión».


Por ejemplo, la compañía alemana de desarrollo de software SAP, a la que los inversores le dieron la espalda cuando los hiperescaladores estadounidenses hicieron el cambio a la nube, ha realizado una exitosa transición a la nube y ha ampliado su negocio simplificando su oferta. «El mercado no confiaba mucho en que lo consiguiera, pero lo ha hecho, y la compañía ha logrado un fuerte aumento de la tasa de adopción de sus productos por parte de los clientes», señala du Manoir. «A veces son las cosas más sencillas las que marcan la diferencia».


Más allá del sector tecnológico, compañías como Safran, fabricante francés de motores a reacción, están aprovechando el aumento de la demanda mundial de transporte aéreo. La compañía genera también flujos de ingresos recurrentes gracias a los contratos de servicios y mantenimiento de los motores.


Enfoque en beneficios, flujos de caja y dividendos


Muchas compañías tecnológicas han registrado un sólido crecimiento de sus beneficios. Pero también vemos un crecimiento sorprendentemente sólido, en relación con los datos históricos, en otros sectores, algunos de los cuales incluyen compañías con una política de reparto regular de dividendos. Pensemos, por ejemplo, en el sector de los suministros públicos: en el segundo trimestre del año, el sector registró un crecimiento interanual de los beneficios del 21%, la mayor tasa de crecimiento de los once sectores del índice S&P 500. El índice S&P 500 Utilities, que mide la evolución de las mayores compañías estadounidenses del sector de los suministros públicos, ha subido un 21% desde principios de año hasta el 9 de septiembre de 2024, superando así la subida del 14% del índice S&P 500 y la del 19% del S&P 500 Information Technology.


El sector tecnológico no es el único que registra crecimiento de los beneficios


El gráfico muestra los ratios precio-beneficios a un año y la previsión de beneficios por acción con medias históricas a cinco años para el índice S&P 500 y nueve subsectores del índice a 4 septiembre 2024. El índice S&P 500 reflejaba un ratio precio-beneficios 1,6 puntos superior a su media quinquenal y un crecimiento previsto de los beneficios un 6% superior a su media a largo plazo. Tres subsectores (tecnología de la información, sanidad y finanzas) reflejaron ratios precio-beneficios y previsiones de crecimiento de los beneficios en relación con sus datos históricos superiores al índice general. Los sectores industrial, de servicios de comunicaciones y de consumo discrecional reflejaron un ratio precio-beneficios inferior y una previsión de crecimiento de los beneficios superior a las del índice general en relación con sus datos históricos. Los sectores de consumo básico y de suministros públicos reflejaron ratios precio-beneficios y previsiones de crecimiento de los beneficios en relación con sus datos históricos inferiores al índice general. El sector de los materiales reflejó un ratio precio-beneficios en relación con sus datos históricos superior a la del índice general y unas previsiones de crecimiento de los beneficios en relación con sus datos históricos inferiores a las del índice general.

Fuente: Capital Group, FactSet, Standard & Poor's. Los ratios precio-beneficios (PER) se basan en la previsión de los beneficios por acción (BPA) a un año. El crecimiento actual de los BPA se basa en el crecimiento anualizado de los beneficios entre 2023 y 2026 de los distintos sectores a partir de los datos reales de 2023 y la previsión de consenso de los BAP entre 2024 y 2026. Las medias históricas del crecimiento de los beneficios se basan en el crecimiento anualizado de los beneficios entre 2018 y 2023 para cada sector. Se excluyen el sector inmobiliario y el de la energía. Información a 4 septiembre 2024.

«Creo que el mercado bursátil estadounidense va a mantener la tendencia actual y va a continuar alejándose de un nivel excesivo de concentración», afirma Caroline Randall, gestora de renta variable. «En mi opinión, los inversores mostrarán un interés cada vez mayor en las compañías que estén vinculadas con temáticas de crecimiento a largo plazo, que generen flujos de caja libre a corto plazo y que repartan dividendos. Ahora que nos acercamos al inicio de los recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, es posible que los inversores vuelvan a mostrar especial interés por los dividendos».


Por ejemplo, la biofarmacéutica británica AstraZeneca ha invertido mucho en investigación y desarrollo para abordar el tratamiento de una amplia gama de cánceres y de enfermedades renales y cardiovasculares. La compañía lleva varias décadas aplicando una política de reparto regular de dividendos crecientes.


En busca de los líderes del mañana


¿Continuarán dominando el mercado las grandes tecnológicas, o aparecerá un grupo de compañías que se coronarán como los nuevos líderes del mercado? «Es difícil descartar la posibilidad de que las grandes tecnológicas conserven el liderazgo», señala Stern. «Pero, a corto plazo, todas estas compañías están expuestas al riesgo de valoración, así como a diversos riesgos empresariales. Por eso trato de encontrar un equilibrio en mis carteras de inversión y busco oportunidades en una amplia gama de sectores, como el tecnológico, el sanitario y el industrial».


Por ejemplo, en el sector industrial, compañías como TransDigm, especializada en el diseño y la fabricación de componentes aeroespaciales, han tratado de aprovechar el aumento de la demanda mundial de viajes comerciales. Asimismo, GE Aerospace, que operaba como un conglomerado con intereses en los sectores de los medios de comunicación, la energía y la sanidad, se ha reorganizado y se ha especializado en la producción de motores a reacción.


Después de todo, las compañías que lideran actualmente los mercados podrían ser o no los líderes del futuro. De hecho, si nos fijamos en las diez mayores compañías por capitalización de mercado en el inicio de las últimas cuatro décadas, vemos que muchas de ellas registraron unos resultados relativamente modestos en los diez años posteriores. ¿Están las grandes tecnológicas destinadas a perder su liderazgo? «No necesariamente», afirma Stern. «Pero ahora estoy centrado en identificar cuáles pueden ser las compañías líderes del mañana».



Eric Stern es gestor de renta variable y cuenta con 34 años de experiencia en el sector (a 31 diciembre 2023). Está licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de California , Berkeley, y tiene un MBA por Standford.

Gerald Du Manoir es gestor de renta variable y cuenta con 34 años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2023). Está licenciado en Finanzas Internacionales por el Institut Supérieur de Gestion de París.

Caroline Randall es gestora de renta variable y cuenta con 26 años de experiencia en el sector (a 31 diciembre 2023). También realiza labores de análisis del sector de los suministros públicos europeos. Tiene una licenciatura y un máster en Economía por la Universidad de Cambridge.


Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras. El valor de las inversiones y las rentas generadas por las mismas pueden subir o bajar y es posible que los inversores no recuperen los importes invertidos inicialmente. El presente material no pretende ofrecer ningún tipo de asesoramiento de inversión, fiscal o de cualquier otra naturaleza, ni constituye una oferta ni una solicitud de compra o venta de valores.

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