Renta variable estadounidense

Cómo hablar con los clientes sobre el bitcoin

El «temor a perderse algo» está muy presente en la inversión. Resulta especialmente complicado obviar un activo que ha ganado más del 900% en los últimos cinco años.

 

El bitcoin y otras criptodivisas han llamado la atención de los inversores y se han convertido en una clase de activos más aceptada e influyente. Es cierto que aún hay quien piensa que la locura por las criptodivisas no es más que una moda pasajera. Pero cada vez son menos los que piensan así, sobre todo si hablamos de la cripto original, la más extendida e influyente: el bitcoin.

 

«Durante mucho tiempo, la gente se ha mostrado algo escéptica con respecto al bitcoin», señala el gestor de Capital Group Carl Kawaja. «La criptodivisa genera muchas dudas entre sus detractores y el debate se ha prolongado durante años. Sin embargo, por lo que a mí respecta, el debate ha terminado».

El auge del bitcoin

Un gráfico de montaña representa el aumento y la caída del precio de mercado del bitcoin, mientras que una línea superpuesta indica el número de búsquedas en Google de la frase «precio del bitcoin» entre 2016 y 2025. El eje izquierdo va de 250 a 128.000 dólares, mientras que el eje derecho mide el volumen de búsqueda de 0 a 100. El gráfico muestra que el precio del bitcoin subió de 378 dólares el 31 enero 2016, con un volumen de búsqueda de 2, a 14.340 dólares el 31 diciembre 2017, con un volumen de búsqueda de 100, seguido de una fuerte caída. A continuación, muestra un aumento constante a partir de 2020, alcanzando un máximo a principios de 2025 de 102.412 dólares con un volumen de búsqueda de 34. El gráfico muestra que el interés de búsqueda aumenta notablemente con las subidas de precios, pero no siempre refleja la tendencia alcista a largo plazo del bitcoin.

Fuente: Capital Group, Google Trends. Información a 20 febrero 2025. Los datos relativos al volumen de búsqueda representan el volumen de búsqueda en Google en relación con el punto más alto para el periodo de tiempo establecido. Un valor de 100 representa la máxima popularidad del término. Un valor de 50 significa que el término se sitúa en un punto medio de su popularidad. Los precios del bitcoin se muestran en escala logarítmica y están expresados en dólares.

Una trayectoria excepcional

 

Aunque es importante recordar que los resultados pasados no garantizan rentabilidades futuras, el rápido auge que ha experimentado el bitcoin en los últimos años lo ha convertido en uno de los protagonistas de los mercados financieros globales.

 

«El bitcon ha sido la clase de activos que ha obtenido mejores resultados en los últimos cinco, diez y quince años», señala Mark Casey, gestor de Capital Group. «En mi opinión, ningún otro proyecto de criptodivisa se acerca al potencial del bitcoin».

 

Según Casey, ello se debe a que el diseño único del bitcoin resuelve tres problemas: 1) la propia arquitectura del bitcoin determina que no haya intermediarios que puedan censurar, cancelar o bloquear de algún otro modo las transacciones en bitcoins; 2) el cifrado de grado militar del bitcoin garantiza que la criptodivisa correctamente almacenada no pueda ser requisada ni confiscada; 3) a diferencia de las materias primas, como el oro y la plata, y de las divisas fiduciarias emitidas por los gobiernos, el bitcoin tiene un volumen de suministro fijo e inalterable, por lo que no está sujeto a la inflación monetaria tradicional.

 

«Resulta comprensible que este tipo de activo les resulte atractivo a quienes vivan en un régimen autoritario, como le ocurre al 40% de la población mundial, o a quienes no confíen demasiado en las divisas fiduciarias controladas por los gobiernos», afirma Casey. «El bitcoin es el primer bien que una persona puede obtener por sí misma sin necesidad de recurrir a la aplicación de la ley».

 

¿Qué es el bitcoin?

 

Bitcoin es, con mucho, la variante más popular entre una clase de activos diseñados para crear una moneda digital mediante criptografía avanzada. Otras criptodivisas populares son ethereum, tether y ripple. A diferencia de las divisas tradicionales, el bitcoin no está controlado por ningún banco o autoridad central ni está respaldado por ningún gobierno.

 

Los inicios del bitcoin se remontan al año 2008, cuando un programador anónimo con el pseudónimo Satoshi Nakamoto publicó un documento en el que describía la tecnología que se necesitaba para crear la criptodivisa. Y lo más importante: el documento describía el proceso de «minería», que crea un flujo de nuevos bitcoins. Los bitcoins se extraen (se «minan») mediante algoritmos informáticos que resuelven una serie de cálculos. A través de este laborioso proceso, se verifican los bitcoins y se permite la creación de otros nuevos. Solo se pueden extraer 21 millones de bitcoins, y conforme va creciendo la oferta, más se tarda en minar nuevos bitcoins.

 

Hoy en día, existen más de 25.000 criptodivisas basadas en este concepto. Además, hay compañías cotizadas que existen principalmente en este espacio, ya sea como compradores y traders o como empresas de minería digital. Entre ellas, destacan Strategy (anteriormente conocida como MicroStrategy), Galaxy Digital, MARA Holdings y Riot Platforms.

 

Volatilidad en acción

 

El mercado de criptodivisas puede resumirse en dos palabras: volatilidad extrema. Las criptodivisas pueden sufrir fuertes fluctuaciones como consecuencia de noticias reales o simples rumores. El bitcoin es la cripto que acapara más titulares, sobre todo porque es la que cuenta con una mayor capitalización de mercado (aproximadamente 1,9 billones de dólares).

 

«El bitcoin suele generar una gran expectación cada vez que aumenta con fuerza su valor», señala el gestor de Capital Group Alan Wilson. «Pero no hay que olvidar que en algún momento puede ir en la dirección contraria. Los inversores que especulen con la criptodivisa deben estar preparados para la volatilidad extrema en cualquiera de los dos sentidos».

 

La última subida del bitcoin se produjo tras las elecciones estadounidenses de noviembre. Por primera vez en su relativamente corta historia, el precio superó los 100.000 dólares por bitcoin, ya que los inversores esperaban que el nuevo gobierno de Trump adoptara un enfoque favorable a las empresas del sector. Desde entonces, y a 25 de febrero de 2025, el precio ha bajado a unos 87.000 dólares.

La imagen muestra una infografía que explica el proceso de minería de bitcoin en cinco pasos. El encabezado indica que solo se han encontrado unos 20 millones de los 21 millones de bitcoins posibles. Paso 1: Los «mineros» de bitcoins verifican las transacciones de bitcoins. El proceso de minería crea un incentivo para que los individuos verifiquen las transacciones recientes de bitcoins, llamadas bloques, en el registro digital conocido como cadena de bloques (<i>blockchain</i>). Los individuos utilizan potentes ordenadores para examinar las transacciones recientes de bitcoins en busca de errores. Paso 2: Se proporciona la «prueba de trabajo». Los mineros resumen matemáticamente los datos de la transacción en una cadena de 64 caracteres aleatorios conocida como <i>hash</i>. Debe ser inferior al «<i>hash</i> objetivo», es decir, la cadena que espera la red. Paso 3: Carrera para alcanzar el <i>hash</i> objetivo Muchos mineros compiten entre sí para ser los primeros en generar el <i>hash</i> que coincide con el <i>hash</i> objetivo. Se trata de un proceso largo y en cierto modo aleatorio, que emplea grandes cantidades de capacidad de procesamiento y electricidad. Paso 4: Los bloques se incorporan a la cadena de bloques. Una vez verificadas, las transacciones se añaden a la cadena de bloques. Paso 5: Se recibe el pago. El primer minero que genere el <i>hash</i> correcto recibe el pago en bitcoins. La cantidad que se paga actualmente asciende de 3,125 bitcoins. Conforme se van encontrando más bitcoins, se va reduciendo el importe.

Cómo abordar las preguntas de los clientes

 

Ya hemos hablado de los aspectos básicos del bitcoin. ¿Cuáles son las principales cuestiones que debemos tener en cuenta cuando hablamos de criptodivisas con nuestros clientes? Varios profesionales de Capital Group han analizado el sector y nos ofrecen cuatro ideas principales:

 

1. Es necesario entender cuáles son los riesgos

 

El bitcoin y otras criptodivisas conllevan riesgos importantes y bien documentados. Al igual que ocurre con cualquier inversión, es fundamental realizar un profundo análisis y explicar los pros y los contras antes de tomar una decisión.

 

Uno de los mayores riesgos potenciales se refiere a las medidas que pueden tomar los gobierno en contra del sector. Algunos gobiernos pueden considerar que las criptodivisas constituyen una amenaza para sus propias divisas. Por ejemplo, entre 2013 y 2021 China adoptó una serie de medidas para evitar que los bancos pudieran procesar transacciones en criptodivisas, prohibió los intercambios de criptos y puso fin al comercio y la minería de criptomonedas.

 

Por su parte, el gobierno estadounidense ha estudiado en diversas ocasiones la posibilidad de aumentar la regulación en materia de criptodivisas, sobre todo tras la quiebra de la plataforma de intercambio de criptos FTX. En el marco de uno de los mayores escándalos del sector, el fundador de la compañía, Sam Bankman-Fried, fue declarado culpable de un delito de estafa y condenado a 25 años de cárcel por robar los activos de sus clientes. El escándalo provocó que se reclamara un endurecimiento de la normativa. Sin embargo, desde que tomó posesión de su cargo en enero, el presidente Trump parece mostrarse favorable a las criptodivisas y no es probable que vaya a imponer nuevas normas a través de la Comisión del Mercado de Valores u otros organismos federales.

 

«Aunque no es imposible que acaben imponiéndose medidas que desestabilicen el sector, la comunidad mundial de bitcoin ha mostrado capacidad de resistencia e innovación a la hora de responder a las dificultades normativas y tecnológicas a las que se ha tenido que enfrentar a lo largo de los años», afirma el economista de Capital Group Bobby Esnard.

 

Aparte de los normativos, el sector ha de hacer frente a otros riesgos como el robo directo de los criptoactivos a través de piratería informática u otros medios fraudulentos. Los criptoactivos también pueden perderse si el inversor retira sus activos y luego no recuerda la compleja contraseña que se necesita para acceder a ellos.

 

2. El bitcoin podría no servir de cobertura frente a la renta variable

 

Los defensores del bitcoin suelen afirmar que la inversión en la criptodivisa puede ofrecer una cierta protección en periodos de caída de los mercados de renta variable. Aunque así ha ocurrido a veces en el pasado, esta tendencia no ha sido lo suficientemente constante o fiable como para que podamos establecer una correlación sólida a largo plazo.

 

Por ejemplo, el bitcoin no ofreció una cobertura eficaz durante el mercado bajista de 2020 relacionado con la pandemia, y también cayó cuando el mercado de renta variable registró fuertes caídas en 2022.

 

«Aún no está claro que el bitcoin pueda actuar como cobertura», señala Jens Sondergaard, analista de divisas de Capital Group. «Los inversores han de ser cautos a la hora de imaginar cómo puede evolucionar la divisa en distintos entornos de mercado».

El bitcoin no muestra una correlación estable con los mercados de renta variable estadounidense

El gráfico muestra la correlación entre el precio del bitcoin y el índice S&P 500 de 2013 a 2025. El eje izquierdo va de -0,4 a 0,8. Inicialmente, de 2013 a 2019, la correlación se mantuvo mayoritariamente baja o negativa, con breves repuntes por encima de 0,2 y fuertes caídas por debajo de -0,2. En torno a 2020, la correlación aumenta de manera significativa, manteniendo valores mayormente positivos y alcanzando un máximo superior a 0,6 durante 2021 y 2022, antes de experimentar fluctuaciones, pero manteniéndose positiva hasta 2024 y 2025. El gráfico ilustra la falta de estabilidad histórica en la relación entre el bitcoin y el mercado de renta variable, con una alineación más fuerte en los últimos años.

Fuente: Capital Group, Standard & Poor’s. Información a 20 febrero 2025. Los datos representan la correlación en periodos móviles de seis meses, sobre la base de las rentabilidades diarias.

3. Se puede utilizar como aprendizaje

 

Dados los riesgos a los que hemos hecho referencia, los clientes que estén interesados en invertir en bitcoin podrían considerar la posibilidad de incluir la criptodivisa en sus carteras de inversión, pero en un porcentaje relativamente pequeño, quizás inferior al 5%, señala la gestora Barbara Burtin.

 

Si el inversor acaba comprando una pequeña cantidad de criptodivisas, le puede servir de experiencia de aprendizaje, afirma Burtin. El hecho de vivir la experiencia en primera persona es una forma de que los clientes se animen a aprender sobre el creciente mercado de criptodivisas, y también es un buen modo de evaluar su verdadera tolerancia al riesgo y de observar su reacción a un nivel elevado de volatilidad de los mercados. Ese conocimiento de la psicología de un cliente puede resultar útil a la hora de elaborar un plan más amplio de asignación de activos.

 

«Si uno de tus clientes realmente desea invertir en bitcoin, no le das un buen servicio si solo le dices que es mejor que no lo haga», afirma Burtin. «Además de la posibilidad de obtener ganancias, la inversión de una pequeña cantidad puede servir como aprendizaje, para el cliente y para ti».

 

Tal y como señala la gestora, el lanzamiento de los fondos cotizados (ETF) vinculados al bitcoin ha hecho que en estos últimos cuatro años haya sido más fácil que nunca aumentar la exposición a la clase de activos y que el concepto de bitcoin haya logrado una aceptación mucho mayor en el sector de los servicios financieros.

 

4. Una inversión a largo plazo

 

Aunque desaconsejar la inversión en bitcoin o en cualquier otra criptodivisa podría parecer lo más prudente, también son varios los motivos que aconsejan estudiar las distintas opciones. Además de proporcionar una información muy valiosa sobre la psicología del inversor, también ofrece la oportunidad de volver a centrar la atención del cliente en la importancia de la inversión a largo plazo.

 

Se ha escrito mucho sobre las rápidas ganancias que ofrece la inversión en bitcoin en periodos de tiempo relativamente cortos. Sin embargo, tal y como señala Burtin, estas ganancias son insignificantes si las comparamos con las que obtiene un inversor que aplica una estrategia de permanencia en el mercado durante muchos años.

 

«Me gusta considerarla una inversión a largo plazo, más que una oportunidad de trading a corto plazo», afirma Burtin. «El bitcoin va a ser volátil. Un enfoque a largo plazo puede ayudar a los clientes a hacer frente a esta volatilidad, al igual que las inversiones de renta variable».

 

«El comportamiento es muy importante a la hora de invertir», añade. «Es más que un experimento con criptodivisas. Se trata de un experimento social».

carl-kawaja-color-600x600

Carl Kawaja es gestor de renta variable y cuenta con 36 años de experiencia en el sector. Está licenciado en Historia por la Universidad de Brown y tiene un MBA por Columbia.

MOC

Mark L. Casey es gestor de renta variable y cuenta con 23 años de experiencia en el sector de la inversión (a 31 diciembre 2023). Está licenciado en Historia por la Universidad de Yale y tiene un MBA por Harvard.

Barbara Burtin

Barbara Burtin es analista de inversión en renta variable y directora de análisis de Capital Group, responsable del análisis del sector bancario europeo y latinoamericano y de los proveedores de externalización del sector en todo el mundo. Cuenta con 12 años de experiencia en el sector de la inversión, todos ellos en Capital Group. Tiene un MBA por la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, donde obtuvo la máxima calificación, y un máster en Finanzas por la Escuela de Estudios Superiores de Comercio (HEC) de Paría. Tiene su oficina en Los Ángeles.

RECOMENDADOS PARA TI

Los aranceles en cinco gráficos

Impacto económico de los aranceles

Webinar: Cinco claves para invertir en 2025

Las rentabilidades obtenidas en el pasado no garantizan rentabilidades futuras. No está permitido invertir de forma directa en un índice, que no se gestiona. El valor de las inversiones y las rentas generadas por las mismas pueden subir o bajar y es posible que los inversores no recuperen los importes invertidos inicialmente. El presente material no pretende ofrecer ningún tipo de asesoramiento de inversión, fiscal o de cualquier otra naturaleza, ni constituye una oferta ni una solicitud de compra o venta de valores.
 
Las declaraciones atribuidas a una persona concreta representan las opiniones de dicha persona en la fecha de la publicación, y no reflejan necesariamente las opiniones de Capital Group o de sus filiales. Salvo indicación en contrario, la información contenida en el presente documento se refiere a la fecha indicada. Es posible que alguna información haya sido obtenida de terceros y, por lo tanto, la fiabilidad de dicha información no está garantizada.
 
Capital Group gestiona activos de renta variable a través de tres grupos de inversión, que realizan inversiones y toman las decisiones relativas a la delegación de voto de forma independiente. Los profesionales de la inversión en renta fija proporcionan análisis sobre la renta fija y gestionan las inversiones en esta clase de activos en toda la organización. No obstante, en lo que respecta a aquellos títulos con características de renta variable, actúan exclusivamente en nombre de uno de los tres grupos de inversión en renta variable.