La nueva ronda de aranceles destinados a Canadá, México y China ha puesto en jaque a los mercados financieros en los últimos días, y los inversores tratan de hacer frente a las consecuencias que podría tener este aumento de la incertidumbre en la escena política y de entender cómo podría afectar a la economía mundial.
La velocidad a la que están transcurriendo los acontecimientos dificulta la evaluación del posible impacto en la actividad económica. Así, se anuncia la imposición de aranceles para después dar marcha atrás, se retrasan durante un mes los aranceles al sector automovilístico, se interrumpe la imposición de ciertos aranceles en México y se habla de la posibilidad de que algunas de las barreras comerciales que se están anunciando constituyan mecanismos de negociación para lograr otros objetivos políticos que se ha propuesto el gobierno de Donald Trump. El discurso va cambiando, y lo más probable es que mañana vuelva a cambiar.
Nuestro equipo de Capital Strategy Research está siguiendo de cerca el desarrollo de los acontecimientos y analizando varios escenarios de aranceles posibles, para determinar cómo podrían acabar evolucionando y de qué manera podrían afectar, si es que lo hacen, a nuestra perspectiva general de la economía y los mercados. No obstante, también somos conscientes de que, a veces, como ha señalado uno de nuestros expertos, hay que «dejar de lado los modelos». Los modelos que se han venido utilizando para analizar la economía mundial están basados en 40 años de datos que cubren un periodo en el que el mundo se dirigía hacia una mayor integración transfronteriza, al contrario que ahora. Si a ello le añadimos un nivel elevado de incertidumbre, nos encontramos con un entorno en el que debemos interpretar los resultados de los modelos con cierta precaución.
Por eso utilizamos un marco de cuatro categorías, así como una amplia planificación de escenarios, con el fin de valorar una serie de posibles resultados en el ámbito de la economía, los mercados y el mundo empresarial.
Los inversores se preguntan si nos encontramos en el inicio de un nuevo cambio estructural en el orden geopolítico mundial, o si estamos asistiendo a la continuación de las tendencias que se han ido gestando durante los últimos diez años. Probablemente, ambas conclusiones sean correctas. La victoria electoral de Donald Trump representa un cambio estructural en lo que se refiere al enfoque que Estados Unidos quiere dar a su posición de liderazgo en el mundo, pero también supone una continuación de las dinámicas que han estado presentes en el país en los últimos años y que, en nuestra opinión, podrían continuar. Este mensaje se ha manifestado con especial contundencia en los últimos días, lo que explica gran parte de la volatilidad que han registrado los mercados a finales de febrero y principios de marzo.
En este contexto, aplicamos cuatro categorías a la posible evolución de los aranceles: